TRANSREGIONES - Revista de Estudios Sociales y Culturales
Año 5, No 10 - Julio-Diciembre 2025
Dr. Pablo Sandoval Cabrera
https://orcid.org/0009-0009-6894-1863
Mtro. Carlos Ernesto Romero Robledo
https://orcid.org/0000-0002-2765-2055
carlos.romero5113@alumnos.udg.mx
Universidad de Guadalajara, Jalisco, México.
Resumen
La Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez es una de las ciudades que concentra los problemas económicos y sociales más fuertes del país, por ser una de las urbes de un estado federativo con mayor índice de pobreza y desempleo (López Arévalo, 2023). La Zona Metropolitana abarca una extensión territorial de 2,454 km², y es considerada la Región I de Chiapas. Ubicada en la región sureste del territorio mexicano, actualmente tiene un total de población de 848,274 personas, las cuales se distribuyen en una división social del trabajo que se ha conformado históricamente a través de actividades productivas que son determinantes para el proceso de formación del territorio urbano (Peña Díaz, 2022, p. 24-25). Entonces, lo que se hace en el presente artículo, es exponer el proceso de formación urbano-territorial en su conexión con el desarrollo capitalista de este municipio a partir de considerar la centralidad de las actividades productivas para la configuración económica social de esta ciudad en el contexto de la trayectoria del Tratado de Libre Comercio de América del Norte de 1988-2024.
Palabras clave: Problemas económicos, desarrollo capitalista, actividades productivas, TLC-AN.
Abstract
Tuxtla Gutiérrez is one of the cities with the most severe economic and social problems in the country, as it is one of the cities in a federal state with the highest rates of poverty and unemployment. The Metropolitan Area covers an area of 2,454 km² and is considered Region I of Chiapas. Located in the southeastern region of Mexico, it currently has a total population of 848,274 people, distributed in a social division of labor that has historically been shaped by productive activities that are crucial to the formation of urban territory (Peña Díaz, 2022, pp. 24-25). Therefore, this article presents the process of urban-territorial formation in its connection with the capitalist development of this municipality, considering the centrality of productive activities to the social and economic configuration of this city in the context of the North American Free Trade Agreement (1988-2024).
Keywords: Economic problems, capitalist development, productive activities, NAFTA.
Tuxtla Gutiérrez se forma como la capital de Chiapas el 11 de agosto de 1892. Junto con Berriozábal, Chiapa de Corzo, Suchiapa y San Fernando forman la Zona Metropolitana. Las coordenadas que geoposicionan este territorio son latitud 16.75973 y longitud -93.11308.[1] Ubicada en la región sureste del territorio mexicano, actualmente tiene un total de población de 848,274 personas, las cuales se distribuyen en una división social del trabajo que se ha conformado históricamente a través de actividades productivas que son determinantes para el proceso de formación del territorio urbano (Peña Díaz, 2022, p. 24-25). Como Zona Metropolitana abarca una extensión territorial de 2,454 km², y es considerada la Región I de Chiapas.
El actual nivel de desarrollo de las relaciones de producción capitalistas en la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, el cual está organizado por un total de 54,485 actividades (INEGI, 2024), obliga a los estudiosos de la urbanización, el territorio y la sustentabilidad a reflexionar sobre el proceso de conformación del territorio urbano de dicho lugar desde la lógica de la determinación del capital en la formación de esa ciudad.[2] Esto implica indagar sobre el proceso de introducción de las industrias y las actividades que posibilitan las relaciones sociales dirigidas por el capital, que en el presente objeto de investigación abarca desde la entrada de México al Tratado de Libre Comercio de América del Norte a través de hechos objetivos como implementación de políticas económicas de liberalización del mercado y eliminación de convenios reguladores, su firma, y su aplicación de más de tres décadas, así como instalación de unidades económicas de reproducción del capital trasnacional.[3]
Por ser Tuxtla Gutiérrez la capital del Estado de Chiapas concentra un conjunto de actividades estratégicas para la entidad y para la región, que se modifican acorde al desarrollo socioeconómico y al surgimiento de nuevas tendencias estructurales. De esta manera se comprende lo novedoso del periodo 1988-2024, que se distingue de los periodos de desarrollo anteriores por la profundización del proceso capitalista dependiente, pues en el territorio de Tuxtla Gutiérrez se instalan formas avanzadas del subdesarrollo, sobre la base de relaciones productivas y de intercambio que se encuentran acorde a las políticas económicas neoliberales, como son la instalación de unidades industriales, centros comerciales, miles de talleres productivos manufactureros, miles de unidades empresariales de servicios, se desarrollan formas estatales subdesarrolladas que se distinguen de periodos anteriores por adaptarse a las circunstancias del nuevo milenio, entre otras. En este sentido, Juan Pohlenz Córdova (1995, p. 169-171) sostiene que desde las reformas cardenistas hasta el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, lo que se desarrolla en Chiapas son formas de capital agrícola que permiten el desenvolvimiento de la clase terrateniente, y en términos industriales el auge de la producción industrial petrolera y cafetalera. Entonces, la función de Tuxtla Gutiérrez durante la mayor parte del siglo XX es propiamente la de reconducción de los procesos estatales pues como capital estatal concentra los servicios y las actividades económicas jugando un papel importante en la redistribución de la producción (Peña Díaz, 2022).
En cada momento de la historia, el territorio de Tuxtla Gutiérrez ha jugado un papel en el desarrollo de las relaciones sociales fundamentales del país, pues es reconocida la importante posición de Chiapas en la producción petrolera, formando parte de una región - el Sureste de México-, que ha producido en seis décadas el 92, 5% del crudo mexicano (CONAHCYT, 2022).[4] En el caso de una sociedad con una historia de subdesarrollo estructural, su esfuerzo por impulsar las formas actuales de la producción de la vida social no se logra sino hasta finales del siglo XX, con la llegada del TLC, el cual es el que obliga a la región a su relativa actualización económica, lo cual implica una profundización de los fenómenos problemáticos, ya que como establece Manuel Castells (2009) se desarrollan dentro de las relaciones de poder mundial imperantes, y por otra parte dentro de las relaciones de producción establecidas para una sociedad capitalista subdesarrollada.
Entonces, se considera que desde 1988 a 2024 en Tuxtla Gutiérrez se desarrolla una formación social industrial dependiente que tiene como característica la conexión entre instalación de unidades productivas, comerciales y de servicio con el desarrollo del territorio urbano. Estas unidades productivas, se consideran en su diversidad como conjunto de actividades desarrolladas en los sectores económicos que a través de décadas han jugado un papel estratégico para el desarrollo de las relaciones de producción e intercambio capitalista, pues son las que garantizan el desenvolvimiento del poder mundial en la región a partir de poner a funcionar el mecanismo.[5]
Esta formación social industrial dependiente tiene como característica que aun con la aplicación de los principios de las escuelas económicas del primer mundo -espacio socioeconómico que concentra el capital mundial, que tienen como eje la privatización total del planeta-, se mantengan las leyes de la marginación planetaria expuestas por el economista argentino José Nun (2001), quien desarrolló los conceptos de masa marginal y polo marginal, los cuales explican el impacto latinoamericano de las características del proceso de acumulación de capital y de formación del ejército industrial de reserva. De esta manera, el autor sostiene que
El concepto de ejército industrial de reserva fue utilizado por Marx para designar los efectos funcionales de la superpoblación relativa en la fase del capitalismo que él estudió. Propuse que se denominara, en cambio, masa marginal a la parte de la superpoblación relativa que, en otras situaciones, no producía esos efectos funcionales. (Nun, 2001, p.115)
Entonces, la tabla siguiente se desarrolla en el marco de la existencia de condiciones de masa y polo marginales de Chiapas, es decir, bajo situaciones de profundas afectaciones sociales que dejan las condiciones estructurales del proceso de acumulación de capital en México y América Latina.
Año | Cantidad de unidades económicas | Población integrada económicamente |
1988 | 22,980 | 45,909 |
1994 | 51326 | 273,848 |
1999 | 87 222 | 240,127 |
2004 | 94,021 | 302,120 |
2009 | 129,863 | 360,000 |
Tabla1. Desarrollo de las unidades económicas en Chiapas desde 1990-2024. INEGI 03-03-2025
Chiapas es el estado federativo con más desigualdades en todo el territorio nacional. Y la medición de las unidades económicas con su respectiva población ocupada corresponde a la relación entre magnitudes que se desprenden del sondeo de la realidad urbana y rural de dicho lugar. Durante gran parte del siglo XX, la solución al problema del subdesarrollo y el atraso estructural se proyectó a través del paradigma de la modernización (Peña Díaz, 2022), la cual entró en América Latina a través de la industrialización de las economías y la política de sustitución de importaciones, explicado por Prebisch (1994) como el proceso mediante el cual las sociedades de la región adquirieron una autonomía relativa en el periodo de crisis profundas a nivel mundial, lo cual se expresó en la introducción de modernos medios de producción que relativa y coyunturalmente solucionaron problemas sociales fuertes, pues esto se acompañó en términos políticos con una política de Estado de fuerte corte social, tal como se desarrolla en México a través del nacionalismo económico impregnado en La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, el cual perdura a través de reformas y nacionalizaciones hasta la llegada del presidente neoliberal Miguel de la Madrid.
Con Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari, se introduce en México un modelo de planificación económica que se le caracteriza como desregulador, basado en el modelo de la Escuela Austriaca, dirigida por el Ludwig Von Mises, y de la Escuela de Economía de Chicago, dirigida por el Milton Friedman, quienes recomendaban a los dirigentes de las unidades económicas estructurales como las cámaras de comercio y los clubes rotarios, abrir la economía al comercio mundial, explotar el sector primario de la economía y controlar a través de las empresas monopolistas privadas el sector secundario (Romero Sotelo, 2016). De esto sale como resultado las privatizaciones de la década de los ochenta y la monetarización de la década de los noventa, lo cual ha provocado hasta la actualidad una profunda crisis social que se expresa en una penetrante corrupción política de Estado, desempleos masivos, hambrunas, auge de la criminalidad, institucionalidad fallida, entre otras cosas.
Considerando esto, el crecimiento exponencial de las unidades económicas relacionado con la extensión del territorio urbano, la complejización del sistema urbano, y la profundización de las tendencias de la formación de la ciudad, adquieren la identidad de las contradicciones económicas propias de los patrones de acumulación de capital del periodo neoliberal, la cual consiste en un crecimiento irracional de la empresa privada, atendiendo las necesidades de la competencia del mercado, y en un rechazo a la intervención estatal para la solución de las necesidades fundamentales de la población.
La hipótesis que se desarrolla para el presente artículo consiste en sostener que el desarrollo urbano territorial de Tuxtla Gutiérrez se encuentra en correspondencia con el desarrollo del capital, expresado en la proliferación de unidades económicas que se conectan con la economía mundial, lo cual es expresión de la implementación de la política económica de liberalización del mercado y del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que se desarrolla desde la década de los noventa hasta la actualidad. Es decir, las 54,485 unidades económicas que activan los procesos económicos y políticos de Tuxtla Gutiérrez van onto creando el territorio de dicho municipio del estado de Chiapas, pues su instalación en puntos específicos de la geografía de dicho lugar se relaciona con la activación de la vida social y el crecimiento urbano en su alrededor, lo cual se expresa en formación de sectores, colonias y espacios. Esto implica que la mancha urbana en expansión, desde 1988 hasta 2024, si es analizada lustro por lustro, se encuentra en conexión con el aumento de las unidades económicas y con la dinamización social que produce.[6] Lo cual significa el desarrollo del capitalismo en condiciones de dependencia y subdesarrollo, pues Tuxtla Gutiérrez se caracteriza por una composición histórica estructural netamente atrasada, lo cual indica que hay crecimiento y desarrollo de unidades económicas dentro del marco de relaciones de atraso.
De esto se puede afirmar que existe una ley del desarrollo del territorio en el capitalismo que consiste en sostener que en el proceso de formación de la ciudad se da una correspondencia entre la expansión del sistema urbano y la estructuración de las unidades económicas de producción, circulación e intercambio (Castells, 1983). Es decir, la extensión de la ciudad corresponde con el crecimiento del sistema urbano y del sistema de producción capitalista.
Mapa y fotografía satelital extraída de GAIA-DENUE-INEGI (2025) Las cifras del círculo amarillo son la cantidad de Unidades Económicas de la ZMTG.
Se sostiene la tesis que explica que el desarrollo capitalista que acelera e intensifica el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, genera una profunda desigualdad entre las clases sociales, lo cual se condensa en una división social del trabajo entre quienes son objeto de explotación y quienes son beneficiarios de la explotación, lo cual para la comprensión de la cosa conduce a reflexionar que el crecimiento económico que experimenta la ZMTG está en relación directa con el aumento de la explotación de la población trabajadora, que en términos urbanos territoriales se traduce en la lógica que sostiene que entre mayor desarrollo capitalista haya, mayor crecimiento territorial urbano y concentración poblacional se experimentará en un espacio, por lo tanto mayor aceleración de los procesos sociales de explotación. Es decir, contrario a los planteamientos de la tecnocracia neoliberal que sustenta que existe una competencia abstracta de la cual todos pueden participar y salir beneficiados, de acorde al planteamiento metodológico de la teoría de la complejidad que desarrolla Morin (2001), Piaget (1981) y García (2006), se sustenta que los grupos poblacionales empobrecidos se encuentran en total desventaja con las unidades empresariales gigantescas, lo cual da como resultado la intensificación de la explotación y el empobrecimiento. Junto con esto se analiza que la masa marginal de Tuxtla Gutiérrez y Chiapas, mantiene su posición dentro del Polo Marginal, lo cual implica la reproducción ampliada de condiciones capitalistas que se desarrollan en la miseria de la población, comprendiendo esta como el proceso mediante el cual las personas no tienen acceso al dinero, a la adquisición de la canasta básica, tienen un espacio de vivienda limitado y atravesado por la pobreza, y carecen de derechos sociales para satisfacer sus necesidades fundamentales.
Contrario a la Escuela Austria y la Escuela de Economía de Chicago, que piensan que la liberalización del mercado, la privatización y la centralidad de los grupos empresariales permite el aumento de la riqueza social, se sostiene que el capitalismo neoliberal profundiza los problemas sociales hasta su máxima expresión, y hacen que surjan nuevos fenómenos problemáticos como es el narcotráfico, el cual es una forma económica criminal con fuertes impactos políticos, sociales, militares, culturales y humanos. Es decir, al desarrollarse un patrón de acumulación de capital que se orienta por no tener limitaciones estatales y nacionales, se configuran relaciones de producción internacional donde los máximos afectados son los trabajadores a nivel mundial, pues son el soporte de la estructura económica mundial, lo cual en su hologramática, impacta en ciudades como Tuxtla Gutiérrez de una manera profunda, pues el ingreso per cápita de la población total es tan bajo que no pueden satisfacer sus necesidades fundamentales, mientras que la participación de las empresas que operan en dicha ciudad concentran porcentajes altos del capital mundial, tal como se demuestra en la presencia de empresas como Nestlé, Coca-Cola FEMSA, Robert Bosch, Volkswagen, Johnson & Johnson, H-E-B, CEMEX, Repsol, Sandvik, LALA U.S. Co, Steren, entre otras (Ornelas, 2024). Por este motivo, un interesante análisis expone que
El neoliberalismo y todos sus efectos en el arrasamiento de las economías campesinas, en el empobrecimiento tanto de la sociedad como del estado, en la precarización de la vida y en la eliminación de trabas para el saqueo de territorios y riquezas y la consolidación de las estructuras corporativas del crimen organizado son el telón de fondo y las condiciones de posibilidad de este traslape (Ceceña, et al, 2021, p. 4)
En este sentido, el autor del presente artículo piensa que es necesaria la intervención del Estado mexicano en la economía, pues a partir de esto se pueden regular los procesos económicos y orientarlos integralmente hacia la planificación integral que permita la satisfacción de las necesidades de poblaciones como las de Tuxtla Gutiérrez, pero de igual manera de toda la población de México, lo cual implica frenar los patrones de acumulación de capital en base a eliminar el modelo neoliberal y avanzar hacia un Estado de bienestar que permita la distribución del ingreso en el gasto público.
La liberalización del mercado, producto de la implementación de políticas económicas neoliberales en Chiapas, comenzó durante finales de la década de los ochenta a través de la eliminación del Convenio Internacional del Café que rigió entre 1963 a 1989 (Pohlenz Córdova, 1995), lo cual trajo como consecuencia una crisis del sector primario, y así mismo se constituyó en parteaguas del proceso de privatización de la economía mexicana, pues regiones donde predominaba una forma industrial basada en dicho sector, el resultado se condensó en la pauperización de los pequeños y medianos productores, lo cual marca la tendencia de todo el periodo analizado en el presente artículo, 1988-2024, consistente en instalar formas de competencia beneficiales para las grandes empresas.
Desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte hasta la actualidad, se desarrollan el conjunto de sectores de la economía de Tuxtla Gutiérrez, convirtiendo el municipio en un modelo de desarrollo capitalista dependiente y subdesarrollado por su importancia geopolítica, pues se encuentra en una posición que se considera centro de grandes conflictos políticos y sociales, como el que se da por los precios del Café tras la liberalización del mercado en 1989 y la implementación de facto del TLC, lo cual condensa profundos problemas sociales como crisis económicas de los pequeños y medianos productores (Pohlenz Córdova, 1995, p. 10). Desde 1988 hasta la actualidad, esta entrada a la planeación estratégica del capitalismo mundial va transformando la relación entre la espacialidad y las relaciones sociales fundamentales, lo cual se concatena en el desarrollo industrial y comercial de los municipios que actualmente conforman la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez que acompaña el crecimiento del territorio urbano. Es decir, conforme se instala una célula de la empresa capitalista en una zona del territorio, se envuelve una situación dinámica de procesos económicos y sociales que determinan la vida social como es la participación de la población en la producción, el intercambio y el consumo, lo cual es de interés por el impacto que tiene la formación del capitalismo en el territorio y por su influjo en el comportamiento de la población.
Tuxtla Gutiérrez para 1990 fue considerado como un espacio que condensaba las características históricas estructurales de la marginación y el subdesarrollo, lo cual se expresaba que para la década de los noventa era un municipio atrasado que se desenvolvía dentro de una entidad estatal fundamentalmente agraria, atrasada, donde el problema central fue el de la tenencia de la tierra (Pohlenz Córdova, 1995, p. 11). Con la implementación de políticas económicas neoliberales, a los problemas propios de esta característica histórica estructural se le sumaron los que trae inherentemente el desarrollo capitalista, como es que a cada unidad empresarial instalada en un punto del territorio municipal surgen fenómenos problemáticos como la degradación ambiental de la zona, el empobrecimiento de la población trabajadora, la concentración poblacional producto de la emigración, la profundización de las desigualdades entre los sujetos de la división social del trabajo caracterizada por las relaciones de propiedad, y la modificación de las relaciones territoriales fundamentales del Estado nacional, entre otros.
Acorde con Alejandra Peña Díaz (2022, p.18), Tuxtla Gutiérrez se caracterizó durante la década de los noventa por una planeación urbana que corresponde con la caída de las ganancias económicas de los hidrocarburos, lo cual impacto de manera negativa en la extensión territorial, que obligó a que imperara la informalidad en la vivienda, es decir, el crecimiento no planificado y marginal del territorio urbano. Esto implica, que el neoliberalismo, desde 1982, interrumpe un proceso de desarrollo estatal que se estaba dando en el estado desde la época del cardenismo, y obliga a una profunda reestructuración debido a la introducción de nuevas formas socioeconómicas, lo cual se reciente profundamente en la vida social de Tuxtla Gutiérrez. Esto porque uno de los acuerdos tomados del TLC para 1994, prometía crecimiento económico superior al de la estructura económica imperante, lo cual no consideraba que cuando se hace referencia a esto, cada escucha y lector debe de interpretar en clave de ganancia y crecimiento para los capitalistas inmersos en el tratado (Saxe Fernández, 2005).
De las 54,485 unidades económicas que organizan las relaciones sociales de producción en Tuxtla Gutiérrez, en la siguiente tabla se muestra la proyección de la rama industrial, y la cantidad de unidades productivas que la componen. Este desarrollo responde a la liberalización del mercado que se da en el municipio desde finales de la década de los ochenta del siglo XX, lo cual indica que se dio un proceso de explosión de las relaciones de producción e intercambio capitalistas, el cual se instala territorialmente en el sistema urbano de la ciudad.
La composición orgánica de los sectores económicos se desarrolla en la trayectoria histórica concreta del proceso social estudiado. Dado el carácter histórico del modo de producción capitalistas y de las formaciones sociales específicas que se desarrollan desde sus relaciones fundamentales de la vida social, se debe de pensar que la introducción de áreas industriales responden a momentos específicos del desarrollo social, por lo que la lectura de los datos que otorgan instituciones como la CONEVAL o el INEGI, debe de interpretarse con un aparato conceptual-categorial que permita reflexionar sobre cómo a través del tiempo se integran al proceso productivo y al intercambio mercantil áreas específicas que se relacionan con avances en la especialización técnica, con nuevos medios de producción sofisticados que aceleran las dinámicas sociales, con nuevas formas de planificación de la organización inmediata de los procesos sociales, entre otras cosas. De esta manera se debe de interpretar la siguiente tabla, en la cual se exponen la cantidad de unidades económicas, políticas y sociales organizadas en cada área de la industria, de la forma política de la sociedad, y de las instituciones sociales.
Tabla 2. 54,485 unidades económicas, políticas y sociales en Tuxtla Gutiérrez. Datos sacados del INEGI-DENUE 10-01-2025.
Ahora bien, si nos remitimos a la tabla 1, donde se expone el desarrollo cuantitativo de las unidades económicas en los lustros desde 1988 hasta 2024, que es el periodo en el que se implementa el Tratado de Libre Comercio, y corresponde esta explosión económica a su intervención desreguladora, la cual modifica las relaciones fundamentales del intercambio capitalista en la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, modifica las formas de la producción social, pero no cambia el estado de situación de los habitantes, los cuales permanecen en pobreza, tal como lo sostiene Jorge Alberto López Arévalo (2023, p. 95), lo que es explicado por José Nun (2001) como una situación heterogénea vivida por la masa marginal, la cual no puede responderse como resuelta por la diferencia de sueldo, diferencia de metros en la vivienda, o adquisición de aparentes objetos suntuarios como vehículos y electrodomésticos. Esto porque las instituciones seguido cometen el error metodológico de disminuir porcentajes de la pobreza porque una determinada porción de la población adquiere este tipo de chatarra mecánica o electrodoméstica. En este sentido, se debe de comprender que el capitalismo es un sistema social organizado a profundidad, que debe de interpretarse acorde a los procesos estructurales del capital, no a sueldos mínimos que varían sexenalmente o pequeñas variaciones en los patrones de consumo de la población. En este sentido es interesante el siguiente planteamiento de unos investigadores de la Universidad Autónoma de Chiapas:
Si bien, la pobreza no surge únicamente como resultado de la mala aplicación de políticas públicas, sino que tiene profundas raíces estructurales, que determinan la falta de acceso a la educación y posteriormente a un empleo formal, con un salario digno, lo que permite a las personas hacerse de los benefactores mínimos para escapar de la pobreza. Dichos elementos han contribuido en la entidad a agudizar y perpetuar las condiciones de pobreza, en especial entre las poblaciones rurales (geográficamente más aisladas) y las poblaciones indígenas, donde los niveles de pobreza y marginación son mucho más altos que los de poblaciones urbanas o mestizas. En general, se puede hablar de una democratización de la pobreza en una sociedad donde tres de cada cuatro personas (74.7%) se encuentra en condiciones de pobreza, 42.5% en pobreza moderada y 32.2% en condición de pobreza extrema, tal y como lo reporta CONEVAL al año 2012 para Chiapas (Arevalo, et al, 2015, p. 63).
Entonces, dado que el contexto de empobrecimiento que atraviesa el proceso de desarrollo capitalista y la formación de la ciudad en Tuxtla Gutiérrez se da en el marco del despliegue del Tratado de Libre Comercio, se puede sostener que por una cuestión de educación política básica, se debe de comprender que esto no implica que el crecimiento de unidades económicas y el aumento de flujo de capital beneficia a la población, sino todo lo contrario. Este proceso implica la intensificación de la explotación de la fuerza productiva del trabajo a través de la producción de plusvalía, la destrucción de la propiedad del suelo de uso colectivo -eliminación del ejido y la propiedad comunal-, y el aumento de problemáticas sociales propias de la economía de mercado trasnacional, tal cual pasa en la última década tuxtleca, y el desarrollo del crimen organizado y la droga como mercancía, hijo putativo del TLC de América Latina.
La Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez tiene una cantidad de 838 colonias, en las cuales se desarrolla una diversificación productiva-comercial que se proyecta en un conjunto de actividades económicas instaladas a través de talleres productivos como herrerías, carpinterías, electricistas, talleres mecánicos, de despachos de actividades de la construcción, actividades alimentarias, junto con las actividades políticas y sociales de carácter institucional como escuela, oficinas administrativas, oficinas de seguridad pública, entre otras (López, 2022). Las 54,485 unidades económicas de la tabla anterior se despliegan a través de la extensión territorial, instalándose en cada una de las colonias que conforman la Zona Metropolitana, conformada por Suchiapa de 47 localidades, San Fernando la cual tiene 126 localidades, Chiapa de Corzo tiene 262 localidades, Berriozábal tiene 297 localidades y Tuxtla Gutiérrez con 106 localidades (INEGI, 2010). Esta cifra extraída en base al compendio de información geográfica municipal del 2010.
Tabla 3. Colonias y localidades de la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez. Datos sacados del INEGI,01-02-2025.
Entonces, si consideramos como planteamiento que en cada uno de los municipios que conforman la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez las unidades productivas y comerciales son centrales en el proceso de extensión del territorio urbano, se puede corroborar en los siguientes ejemplos elegidos por estar activados socialmente por el desarrollo de las relaciones de producción capitalistas desde la lógica hologramática de conexión entre lo local y lo global.
La colonia periférica Alianza Laborante, ubicada en el suroeste del Municipio de Tuxtla Gutiérrez, está compuesta por cerca de cincuenta y cuatro manzanas, información validada por la Secretaría de Desarrollo Urbano y el INEGI, está compuesta por 42 unidades económicas, de las cuales 9 son de carácter industrial -vinculadas a la producción industrial de la materia prima que manejan-, 20 son de carácter comercial -vinculadas a tiendas abarroteras, textiles, papelerías, bodegas, entre otras-, 17 son de carácter de servicios -restaurantes, asociaciones religiosas, escuelas del sector público-, y 2 de servicios especializados -pipas de agua, autotransporte-. Es una colonia que no tiene pavimentación, y el tipo de servicios básicos que usa no son desarrollados; el tipo de casa que caracteriza esta colonia es en su mayoría simple, sin enjarre en su exterior, y que expresa el tipo de vivienda propia de un entorno ruraurbano, pues su carácter periférico las hace estar a pie de monte. El tipo de energía que se usa es eléctrico, pero para la cocina, se sigue haciendo uso de la leña para preparación de alimentos, pues el acceso al gas está limitado por las condiciones socioeconómicas de los sujetos de la población, y por la influencia campesina del lugar. El tipo de empresa que se desarrolla es de carácter pequeña, que son manejadas por núcleos familiares que desarrollan lo que el INEGI (2025) define como MYPyMES, y los cuales se conecta con la estructura del capital a partir del uso de maquinaria o materia prima producida y comercializada por empresas industriales de mayor tamaño y tiendas comerciales de marcas trasnacionales.
Mapa extraído del Censo de Colonias y Asentamientos Humanos de INEGI (2025). El señalamiento del globo color verde, indica el punto donde se encuentra la colonia Alianza Laborante.
La Colonia central San Roque, compuesta por 50 manzanas, aproximadamente se contabilizan 771 unidades económicas, de las cuales 87 son actividades industriales manufacturera -vinculadas a la impresión profesional, alimenticia, mueblera, panificación, textilera, zapatera, etc.-, 367 son actividades comerciales -tienda de herramientas, tienda de ropas, tienda de comida y abarrotes, papelerías, ferreterías, etc.-, 307 actividades de servicios -restaurantes, cibercafés, impresiones, etc.-, 4 son actividades legislativas-gubernamentales -Supervisora escolar, módulos policiacos, Secretaría de Desarrollo económico-, 4 son actividades de transporte y almacenamiento, y 2 son actividades de construcción. Esta colonia se caracteriza por tener una forma de vivienda constituida pues es uno de los barrios tradicionales de Tuxtla Gutiérrez con más de tres siglos de existencia. Tiene todos los servicios básicos desarrollados completamente, lo cual se expresa en el tipo de espacio socioeconómico que reside en el lugar, y los sujetos sociales que lo habitan. Con 771 unidades económicas que conforman dicho espacio, se hace explícito que la economía de mercado la compone totalmente, lo cual hace evidente que la condensación del capital mundial en su desarrollo económico municipal atraviesa sus relaciones sociales efectivas. Es una colonia que es expresión del desarrollo desigual de las sociedades dependientes en cuanto que puede ser soporte económico de población emigrante del interior de Chiapas, así como de una clase media que encuentra en la actividad comercial su principal modo de vida. Es sorprendente que hay una condensación comercial tan grande que cada casa que hay es un tipo de negocio, lo cual contrasta con las condiciones sociales de vida de la clase popular de Tuxtla Gutiérrez.
Mapa extraído del Censo de Colonias y Asentamientos Humanos de INEGI (2025). El señalamiento del globo color verde, indica el punto donde se encuentra la colonia San Roque.
En este sentido, este par de ejemplos sirven para hacer uso del método hologramático que desarrolla Edgar Morin (2001), en cuanto que las relaciones de producción y comercialización que se encuentran focalizadas en lo local son expresión de las grandes relaciones internacionales de producción, en cuanto que hay un flujo del capital producto de la producción de mercancías y su entrada dentro del intercambio capitalista en distintos niveles. Es decir, cada una de las unidades económicas y su actividad productiva y de comercialización que condensan, atraviesa por un momento dentro del proceso de reproducción ampliada del capital, que conecta la realización del capital internacional a través de vincular la producción de mercancías y el intercambio de mercancías en la hologramización de lo municipal-mundial.
Por lo que se sostiene que hay una relación entre el proceso de formación del capital expresado a través del desarrollo económico de Tuxtla Gutiérrez, y su proceso de extensión territorial del sistema urbano, para lo cual solo es necesario identificar su proceso a través del movimiento de su instalación geográfica. Entonces, la hipótesis desarrollada a través del análisis de la cuestión se objetualiza a través del ordenamiento del espacio. Lo que implica que conforme las colonias se instalan en la periferia de cada momento de la extensión territorial urbana de Tuxtla Gutiérrez desde 1988- 2024, se van activando productiva y comercialmente las unidades económicas, y el proceso de reproducción ampliada del capital se operativiza a través del flujo de mercancías propias de una sociedad donde se intercambian productos norteamericanos, taiwaneses, alemanes, españoles, y británicos.
Esto implica que el esquema del desarrollo capitalista que permite interpretar la relación entre la forma económica y la formación de ciudad en Tuxtla Gutiérrez considera que no es necesaria la instalación de la industria tal cual funciona en las ciudades globales, pues en las relaciones de intercambio la realización del capital se garantiza. Por ejemplo, un taller de herrería y soldadura hace uso de materia prima que es comprada en una fundidora de tamaño mediano, la cual usa medios de producción comprados a Japón, EE.UU. o Alemania. En esa relación de intercambio, donde en la producción de materiales como el hierro, o de uso de herramientas producidas en otros países, opera la ley de la composición orgánica del capital, la cual establece que en el proceso de producción de valor, el capital constante transfiere valor a través de la creación del capital variable -materias primas y salarios-, objetivándose en el desarrollo de la manufactura local de mercancías, ya sea canceles para casa, o el uso de vehículos solo posible por la compra de la mercancía gasolina y el gasto permanente de autopartes (Roelandts, 2011). Es decir, la mercancía de los herreros, de los carpinteros, de los artesanos, contiene flujo de capital mundial a través de la transferencia de valor que implica el uso de la mercancía que es la herramienta y la creación de valor a través de la pieza producida por los talleres manufactureros que hacen uso de materias primas del capital mundial como Roshfrans, Bardahl, Chevron, Roswell o Parker, presente en las tiendas de localidades como Alianza Laborante y San Roque (INEGI, 2025). En este sentido el planteamiento hologramático de la teoría de la complejidad de Edgar Morin se operativiza.
De igual manera, toda la infraestructura que operativiza los servicios básicos de la ciudad se desarrolla por el flujo de mercancías de la empresa trasnacional, lo cual se expresa en todo un sistema de uso de materias primas, material de soporte, herramientas, etc., que sirven para instalar el sistema de agua potable, el sistema de drenaje, el sistema de electricidad, el sistema vehicular, etc.
Por este motivo, se plantea que hay una relación entre el proceso de extensión del territorio urbano y el desarrollo capitalista ya sea a través de la producción o el intercambio. Lo que es importante comprender para concebir el mecanismo de funcionamiento de la estructura de relaciones sociales capitalistas que operan en Tuxtla Gutiérrez y en México.
Ahora bien, la existencia de una situación exponencial de las unidades económicas, a través de más de tres décadas de Tratado de Libre Comercio, no ha hecho más que afirmar la condición de pobreza de millones de habitantes del Estado de Chiapas, y de cientos de miles de habitantes de la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, pues como señala el Comité Estatal de Información Estadística y Geográfica (CEIEG, 2025), los municipios que la conforman, crecen en el contexto de alta marginación y pobreza, manejando las siguientes cifras: sobre la base del 100 por ciento de la población en Berriozábal hay 61.64% de pobreza, en Chiapa de Corzo 60.47%, en San Fernando 62.2%, en Suchiapa 70.94% y en Tuxtla Gutiérrez 46.17%. Es decir, se hace explícito que los municipios de la Zona Metropolitana están en una crisis económica que reproduce la pobreza en la realización de la reproducción ampliada del capital.
Tabla 4. Porcentaje de pobreza de los municipios de la ZMTG. Datos sacados de CEIEG el 04-02-2025.
En un sentido etnológico y antropológico se puede describir a la pobreza como ese momento permanente que atraviesan las clases populares, donde una familia conformada por diez personas, por la mañana no tienen nada que comer, no tienen dinero, no tienen trabajo, causando una situación de deambulación por el entorno donde habitan bajo condiciones de máxima pauperización, lo que los arroja a la realidad de indigencia producto de que el sistema de poder en México los margina hasta su máxima expresión, bajo las condiciones de respaldo del capital: por esta razón de repente en Ciudad de México o Guadalajara se encuentran habitantes de Chiapas en condiciones de máxima pobreza pidiendo limosna. Otra familia, conformada por siete personas, el padre y la madre trabajan bajo régimen de salario mínimo, solo tienen lo necesario para satisfacer sus necesidades elementales, dejando a la deriva a la mayoría de los integrantes del núcleo familiar, donde muchas veces los hijos recurren a las calles para aguantar la situación. En otros casos, una familia conformada por ocho personas, el padre y la madre trabajan, integrando dentro de este proceso a los hijos mayores, creando una situación de satisfacción de necesidades al límite, pero sin poder salir de la condición de pobreza. Son un conjunto de situaciones que se combinan y dan como resultado la estructura de la cosa, de lo que se denomina científicamente como la reproducción ampliada de la fuerza productiva del trabajo, que caracteriza cómo los seres humanos de la clase trabajadora se ven inmersos dentro del proceso de producción de plusvalía y cuáles son sus condiciones de reproducción histórica social.
En este sentido, la COMEVAL (2010) indica que la pobreza, por una cuestión de carácter institucional, debe de medirse a partir de dimensiones presentes y marcadas en la vida social, como es ingreso corriente per cápita, rezago educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios en la vivienda, acceso a los servicios básicos en la vivienda, acceso a la alimentación y grado de cohesión social. Entonces, cuando en la investigación científica social se hace referencia a esto, se refieren a una rotunda negación de los derechos fundamentales del hombre por parte del sistema social que organiza las relaciones sociales efectivas de una sociedad. Cabe explicar que en el contexto de una teoría de la complejidad, este tipo de interpretación de separación de las dimensiones condensa un problema, porque al momento de hacer la valoración general, que CONEVAL denomina Evolución de la pobreza por ingresos, separa el ingreso, las capacidades y el patrimonio, cuando en situaciones como las desarrolladas histórica estructuralmente en nuestro territorio de estudio, se interrelacionan orgánicamente. Por ejemplo, la condición histórica en la que una familia accede a un terreno para su vivienda y construye su arquitectura, responde al regimen salarial y a la contradicción capital-trabajo, no a su voluntad como sujetos sociales. Aunque reconociendo la labor, en términos generales es de mucha ayuda los estudios de CONEVAL para cuantificar el problema de estudio que se explica en el presente artículo.
En la demostración de la hipótesis de trabajo que se sostiene en el presente artículo, esto confluye con el proceso de extensión territorial urbano popular y el desarrollo de la economía capitalista. Por lo que se elabora el planteamiento de que en el proceso de desarrollo de las relaciones de producción e intercambio capitalista, la formación ontológica de la ciudad que se expresa en la extensión del territorio urbano coincide con la distribución de la población hacia las periferias, las cuales en ciudades como Tuxtla Gutiérrez son comúnmente habitadas por los integrantes de la clase popular, que viven en condiciones de pobreza en su diferente escalamiento económico. Lo que para el caso del análisis de la cuestión desde la aplicación del Tratado de Libre Comercio, corresponde con crisis económicas como la crisis del café de 1989, la crisis urbana de 1990-1995, la condición laboral en crisis permanente de la historia de Tuxtla Gutiérrez, y la crisis de emigración producto de la crisis agrícola de la década de los noventa (Peña Díaz, 2022). Es decir, el TLC produce y se aplica en condiciones de crisis estructural y multidimensional de la realidad desde la holografía local-global-municipal-mundial.
Fotografías satelitales de siete lustros 1988-2024. Material extraído de Google Earth.
Retomando la teoría de la complejidad del académico francés Edgar Morin (2001, p. 107), se establece que la actual forma de análisis que explican los problemas de la ciudad, el territorio y la sustentabilidad desde la lógica del desarrollo capitalista es el de sistemas complejos, que hace usos de conceptos fundamentales como el de hologramática, que consiste en establecer que la realidad particular es indisolublemente conectada con la realidad global, lo que implica que la totalidad y sus partes se analizan desde el precepto epistemológico de una condensación multidimensional, multilínea, multinivel, multicausal. En este sentido, el método de la teoría de la complejidad hace uso de categorías como intra, inter, multi y trans (Piaget, 1981), para establecer que hay una multiplicidad de formas de abordaje que se inter-generan en la construcción del objeto de estudio, lo cual en términos de su fundamentación teórica permite relacionar los aportes de Edgar Morin, a los de los epistemólogos historicistas Jean Piaget (1981) y sus categorías fundamentales atrás mencionadas, y Rolando García (2006) con su interesante análisis sobre la estructura de la realidad.
En este sentido, el método usado en la teoría de la complejidad, para casos como la producción en un taller manufacturero, permite comprender que está relacionado con la gran producción estratégica mundial en cuanto que la elaboración de piezas, su traslado hacia unidades productivas de maquinaria, su ensamblamiento, devela un conjunto estructural del sistema productivo que es comprendido solo a partir de la siguiente ruta: en relación a la categoría intra en cuanto que esta muestra el mecanismo endógeno de funcionamiento de la unidad productiva; de la categoría inter, en cuanto que esta muestra el mecanismo de conexión y vinculación entre unidades productivas; la categoría multi, en cuanto que establece el panorama general de existencia de unidades productivas; y la categoría trans, en cuanto que permite asimilar las cadenas sintéticas que entrelazan todos los procesos unitarios mundiales más allá de los procesos inmediatos, locales, y establece que hay una integración unitaria que condensa cada una de las cosas del sistema de producción capitalista (López Rangel, et al, 2015). En este sentido, desde el concepto de hologramática de Edgar Morin (2001), hay una correspondencia entre la totalidad y sus partes, lo cual hace explícita la existencia de una estructura de la realidad sumamente compleja, tal como concuerda Rolando García (2006).
Tal como se señala en el análisis de la cuestión, la aplicación de la hologramática a partir de establecer la conexión de los procesos locales inmersos en la instalación de formas productivas y comerciales de distinto tamaño en el proceso de extensión de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez es una proyección del proceso de producción y comercialización capitalista mundial. Lo que establece una expresión espejo objetivada en distinta escala a partir de la conexión entre lo específico y lo global, la totalidad y las partes. Complejidad que es garantizada a partir de una estructura de mediaciones que permiten que el mecanismo interrelacional opere la hologramática a partir de la realización del proceso de producción y de intercambio en distintos momentos. En este sentido, la intracomplejidad de la hipótesis que se maneja en el presente artículo se encuentra en la organización de los elementos de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, la colocación de cada una de las unidades económicas en el ordenamiento urbano territorial del espacio; así mismo la complejidad se expresa en la Inter generación entre la totalidad de unidades económicas, de tal manera que se proyecta la anatomía de la ciudad en movimiento; la multicomplejidad concibiendo que las escalas territoriales que permiten el funcionamiento de la hipótesis se conectan a partir de que el capital se realiza desde múltiples territorios, a partir del uso de medios de producción, de circulación, y de intercambio. Y la transcomplejidad en cuanto que la reproducción ampliada del capital está orientada hacia la afirmación de la totalidad del sistema mundial, para lo cual se involucran en términos interdisciplinarios otras cuestiones como son la planeación estratégica del poder mundial, el control territorial de carácter económico del mercado trasnacional, entre otros.
Las técnicas de investigación que se utilizan para la presente investigación son la entrevista, la etnografía urbana y el trabajo de archivo. Con relación a las entrevistas, quien escribe el presente artículo tuvo comunicación con Carlos Román García, Director General del Archivo Estatal de Chiapas; con la Maestría en Desarrollo Local de la Universidad Autónoma de Chiapas; y especialistas en producción urbana y desarrollo territorial.
Con relación al uso de la entrevista, se desarrolló con la Dra. Alejandra Peña Díaz (2025), quien es especialista en el tema del presente artículo aplicado a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, y además se hizo uso de sus proyectos de investigación como su trabajo doctoral. Se realizaron dos entrevistas donde explicó la formación general de la Zona Metropolitana, sus procesos fundamentales, y los principales aspectos que se deben de conocer para comprender el territorio (Peña Díaz, comunicación personal, 05 de Febrero de 2025).
Así mismo, la Directora de la Maestría en Desarrollo Local, Dra. María Guadalupe Ocampo Guzmán de la Universidad Autónoma de Chiapas orientó a quien escribe las presentes líneas sobre el esquema general de investigación sobre la cuestión, lo cual sirvió para indagar sobre la instalación de unidades económicas.
Con relación al trabajo de archivo, se indagó en los Planes Municipales de Desarrollo, así como en los documentos del INEGI y de la Secretaría de Desarrollo Urbano. Lo cual se permitió que se conociera el proceso de conformación de la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, en el sentido de su extensión territorial, de la formación de sus localidades y de la instalación de sus unidades económicas.
El resultado es un análisis explicativo donde se conecta la introducción de las actividades que organizan las relaciones sociales capitalistas de Tuxtla Gutiérrez, con la formación de un territorio urbano que ha transformado la vida social de dicho municipio, generando una Zona Metropolitana que es expresión del auge de la industria y las formas sociales del capital dependiente. Es decir, las promesas del TLC de crecimiento urbano se expresaron en auge empresarial, pero en el mantenimiento de la explotación y la pobreza, lo cual determina que actualmente Tuxtla Gutiérrez sigue siendo expresión de marginación y subdesarrollo, pero en las condiciones del capitalismo mundial de la tercera década del siglo XXI.
Tomar como ejemplo las colonias de Alianza Laboral y San Roque permite comprender la explosión de las actividades productivas y comerciales en la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, pues existe un salto exponencial en la multiplicación de unidades económicas. Esto implica el desarrollo integral de crisis económica en el territorio rural y urbano de la realidad de estudio, pues el TLCAN provocó situaciones como la migración del campo a la ciudad traducida como expansión violenta de la urbe y transformación del uso del suelo para la construcción de vivienda (Peña Díaz, 2022, p. 25).
En este sentido, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, arrastra a ciudades como Tuxtla Gutiérrez hacia una subordinación al mercado trasnacional que está fuera de la experiencia y de las capacidades de dicho espacio y sus sujetos sociales, provocando una crisis que se expresa en lo que se concibe como un crecimiento desequilibrado y desigual, donde se desarrollan una modernización forzada y no lograda, con la permanencia del subdesarrollo estructural (Peña Díaz, 2022).
Esto implica que la aplicación del neoliberalismo en México, como modelo específico de la organización estructural del sistema capitalista, profundiza la tendencia de los problemas sociales de afectar a las poblaciones de municipios como los que integran la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, pues aumenta la desigualdad propia de las relaciones sociales imperantes que escinden a las sociedades clasistas en propietarios de los medios de producción social y fuerza productiva del trabajo asalariado que responde de manera subordinada y dependiente a las dinámicas del capital. Al ser las sociedades latinoamericanas integradas por una inmensa cantidad de trabajadores del campo y la ciudad, con una cantidad de 331 millones de personas empleadas según datos de la CEPAL (2024), que corresponden al 50,8% de la población total del continente, se entiende que el sistema de relaciones sociales capitalista extiende las problemáticas más allá de ciudades como Tuxtla Gutiérrez, generalizando los problemas a cualquier sociedad dependiente y subdesarrollada latinoamericana.
Es evidente que las sociedades clasistas latinoamericanas, donde un porcentaje mínimo pertenecen al mundo del empresario que mantiene el control y la propiedad de los medios de producción social, y un gran porcentaje pertenece a la fuerza productiva del trabajo asalariado y a la masa marginal -que en América Latina se caracterizó como Polo Marginal por autores como Aníbal Quijano (2022) y José Nun (2021), y que corresponde con el nivel más deprimido y dominado de la estructura social-, problemas estructurales como la pobreza, el desempleo, el bajo nivel salarial, serán inherentes a la planificación socioeconómica pues está acorde a las leyes de la ganancia capitalista, que es explicada en su relación con los precios y los salarios como un proceso económico en el cual los empresarios dirigen el aumento de la cuota de ganancia a costa de disminuir el valor del salario y de aumentar el valor de los precios de las mercancías.
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[1] Para el análisis del territorio hacemos uso de la concepción de lo concreto complejo que desarrolla el excelente antropólogo y etnógrafo Dr. Abilio Vergara Figueroa, quien distingue dentros de sus niveles de análisis tres conceptos: el lugar, el espacio y el territorio. Inspirado en el etnógrafo Marc Auge, Vergara Figueroa (2013} sostiene que el lugar, es el constructo específico en el que se desarrollan un entrecruzamiento de procesos, como es una escuela, un parque, un complejo deportivo, en el cual se conectan una multiplicidad de actores sociales; el territorio es la delimitación histórica social de un espacio, como es la división política, cultural y tradicional de una geografía específica; y el espacio es el lugar general en el que se desarrollan los procesos humanos (Vergara Figueroa, comunicación personal, 24 de marzo de 2025). De esta manera el territorio se puede definir como el espacio delimitado por la organización social del hombre, en el cual se instalan formas sociales, políticas, económicas, educativas, culturales, que le dan identidad y sentido a las practicas de reproducción social.
[2] El análisis de las relaciones de producción que traban los hombres en el proceso de producción de su vida social es un requisito fundamental para comprender la sociedad en la que vive, y el tiempo histórico en el que se existe. Para Theotonio Dos Santos (1986), hay dos aspectos que se deben de comprender en el análisis de la realidad social. Primero, el proceso mediante el cual el hombre se apropia socialmente de la naturaleza, a través del desarrollo de las fuerzas productivas de su organización social; y segundo, el proceso mediante el cual el hombre usa al hombre para sus propios fines, quienes establecen determinadas relaciones de producción a través de la apropiación violenta del trabajo y la privatización de la vida social. Tanto las fuerzas productivas como las relaciones de producción se intergeneran en una situación que reproduce socialmente la forma de sociedad concreta en la que vive el hombre. De esta manera, se retoma la definición de Carlos Marx (2008, p. 4-5) cuando sostiene: “En la producción social de su existencia, los hombres establecen determinadas relaciones, necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a un determinado estadio evolutivo de sus fuerzas productivas materiales. La totalidad de esas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se alza un edificio [überbau] jurídico y político, y a la cual corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material determina [bedingen] el proceso social, político e intelectual de la vida en general. No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es su existencia social lo que determina su conciencia.”
[3] Para la caracterización de lo que es el neoliberalismo es interesante el punto de vista de José Francisco Puello-Socárras (2015, p. 23), quien sostiene que: “Ante todo, el neoliberalismo es un proyecto económico-político transnacional de clase (capitalista). Sus manifestaciones concretas y reales se han sentido más puntualmente al nivel de la instalación de una estrategia de acumulación específica, llamada común y colonialmente: de “Desarrollo” (Puello-Socarrás 2015). Esta se basa en la idea según la cual la producción y la reproducción de las relaciones sociales en el capitalismo contemporáneo deben sujetarse al poder y al (libre) juego de las fuerzas de mercado (ver Birdsall et al., 2011:6).”
[4] Este dato lo saqué de un artículo de CONAHCYT ENERGÍA, en el cual desarrolla una exposición de los datos más importantes del Sureste mexicano para la interpretación de una actividad geoestratégica como es la producción petrolera, y el cual sirve para el presente trabajo para interpretar la importancia de Chiapas en la vida nacional . https://energia.conacyt.mx/planeas/hidrocarburos/produccion-crudo. También se puede recurrir a la información de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI), la cual explica cuántas y cuáles son las empresas trasnacionales que participan en la explotación del petroleo mexicano, que según los datos de esta página, para 2019, había 22 empresas participando de dicha situación, entre las que se encuentran de nacionalidad italianas, alemanas, españolas, argentinas, egipcias, entre otras. https://www.amexhi.org/comunicados/22-empresas-participan-en-la-produccion-nacional-de-petroleo-y-gas/
[5] Según Moritz Cruz (2014) y Mayrén Polanco (2014), el sector primario, correspondiente a las actividades de producción y extracción de materia prima de carácter agrícola, ganadera, silviculturista, y pesquera, y tiene una función estratégica en cuanto a que permite el desarrollo sostenido del proceso de reproducción social, porque es la matriz desde la cual se adquieren permanente y continuamente los recursos fundamentales que permiten el proceso económico social. En relación con el sector secundario, los profesores Mario Gutiérrez Lagunes (2014), Jorge Gonzáles Ortiz (2014) y Ramón Recio Reyes (2014), sostienen que es el proceso de elaboración de objetos industriales mediante los cuales se transforma la materia prima en objeto socialmente construido, como es el caso de la industria minera, alimenticia, metalmecánica, eléctrica y electrónica, petrolera, entre otros. Así mismo sostiene que el sector terciario se compone de actividades de servicio como hotelería y restaurantes, de actividades profesionales y financieras, y de actividades gubernamentales y de comercio.
Con este panorama, se puede caracterizar las unidades económicas de la ZMTG como un conjunto heterogéneo de organismos del capital que reproducen ampliadamente el modo de producción capitalista, el cual está dirigido económicamente por su carácter trasnacional, considerando que en todos los sectores existe un predominio del capital trasnacional sobre los procesos económicos nacionales, pues desde la instalación de las políticas económicas del nuevo liberalismo, a través de los convenio del Tratado de Libre Comercio, se acordó políticamente el permiso libre de que las empresas operaran a su consideración en el territorio nacional, con el objetivo de liberalizar el mercado, para lo cual se desarrollaron un conjunto de acuerdos jurídicos de Estado como es la privatización de las actividades económicas, políticas y militares estratégicas para el país, como es la del teléfono, los ferrocarriles, la industria pesada, el petróleo, el debilitamiento de la propiedad ejidal para el desarrollo de las actividades extractivas, entre otros. Este proceso de privatización se desarrolló tanto parcialmente así como globalmente, lo que afectó profundamente la estructura de relaciones sociales del país, pues actualmente el territorio nacional está dominado económicamente por las potencias internacionales.
En este sentido la comprensión del crecimiento de las unidades económicas, políticas y sociales del territorio de la ZMTG es un paso para la reconstrucción teórica de las implicaciones que tiene el TLC a nivel nacional, pues solo a detalle se puede comprender la profundidad de dicho proceso. En este sentido, tomar como objeto de estudio casos particulares como es la Colonia San Roque, conformada por medio centenar de manzanas, y compuesto por 771 unidades económicas, es significativo en cuanto que se hace explícita una condición de competencia avorazada entre actores económicos, que solo demuestran falta de planificación y dirección estratégica de Estado. Lo cual se profundiza conforme se analiza a detalle la ZMTG, que colonia por colonia hay un número determinado de unidades económicas, políticas y sociales, lo cual expresa irracionalidad del conjunto, aunque racionalidad de la parte. Es decir, esto provoca fuertes contradicciones sociales que deben de pensarse en términos estratégicos.
[6] En el penultimo apartado se integra un conjunto de fotografías satelitales del territorio que actualmente conforma la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutierrez del año 1988-2024, con el objetivo de que el lector tenga un instrumento visual para comparar el crecimiento económico con el crecimiento territorial. Estas fotografías satelitales se pueden poner en comparación con el mapa y la foto satelital del INEGI integrado al final de este apartado, donde se contabilizan las Unidades Económicas, Políticas y Sociales de la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutierrez.